Entrevista a Pedro de Icaza, Patrono de la Fundación Vizcaína Aguirre

Nieto del fundador de La Comercial y miembro de honor de la Asociación de Licenciados, Pedro de Icaza conoce a fondo la biografía de sus antepasados, los hermanos Aguirre. «Con su legado querían que se perpetuara su nombre, pero a lo largo de este siglo la labor de la Fundación Vizcaína Aguirre ha sido silenciosa, siempre en la sombra», explica. La conmemoración del centenario de su muerte «sirve de desagravio, hace notorio por una vez su nombre y su legado».

¿Quiénes eran Pedro y Domingo de Aguirre?

Eran naturales de Berango, de familia de campo pero acomodada. No tenían necesidad de buscar fortuna en América, pero entendieron que debían hacerlo para perpetuar lo suyo, como los empresarios vascos de hoy. Pedro estudió piloto de altura y en un viaje a Cuba se quedó a probar suerte. A los veinte años acudió a la llamada de un tío suyo establecido en México; su hermano le seguiría con apenas quince años. Ambos formaron un tándem perfecto: Pedro era meticuloso y Domingo aventurero, un hombre muy creativo e innovador. Crearon un holding extraordinario, llegaron a tener dos fábricas de hilado y tejidos, dos de azúcar y 220.000 hectáreas, la superficie de Vizcaya. Poseían las mejores haciendas, construyeron una central eléctrica que llevó la luz al pueblo, tenían una goleta con la que distribuían su producción… Alcanzaron la cima del poder económico de la región.

¿Volvieron a su tierra?

Sí. Pedro regresó en 1874, con la salud quebrantada después de toda una vida trabajando en México. Domingo se quedó, y su hermano, desde Vizcaya, administraba los bienes. Domingo regresó en 1896 y el negocio quedó en manos de sobrinos. Los Aguirre crearon en México un lobby vasco: ellos acudieron a la llamada de un tío, luego llegaron más familiares, después amigos, vecinos de la tierra…

¿Por qué legan parte de su fortuna para la creación de La Comercial?

Ambos murieron en 1907, Pedro a los 77 años y Domingo a los 66. No se casaron ni tuvieron hijos. Pedro de Icaza y Aguirre, futuro fundador de La Comercial, era un sobrino cuyo padre murió antes de nacer él y al que trataban como a un hijo. En su testamento y de acuerdo con Domingo, Pedro dice que lo ganado por los dos hermanos es de toda la familia (tenían cuatro hermanas) y que al no tener hijos, legan su tercio de la fortuna para obras benéficas que perpetúen su nombre.


A su muerte se crean tres entidades, una de ellas la Fundación Vizcaína Aguirre, que crearía La Comercial. El motivo: los Aguirre tuvieron muchísimas dificultades en México al carecer de formación empresarial, y los sobrinos que tomaron el relevo del negocio tampoco pudieron estudiar aquí. Pedro de Icaza acordó la creación de La Comercial de acuerdo con un conocido suyo, el padre Chalbaud, que sería su primer prefecto de estudios. El primero puso los medios y el segundo el proyecto.

¿Qué papel ha desempeñado la Fundación en la trayectoria de la Facultad?

Su labor ha sido siempre silenciosa, en la sombra. Los actos de conmemoración del centenario de la muerte de los Aguirre sirven de desagravio, hacen notorio por una vez su nombre y su legado. La Fundación impulsó en 1922 la creación de la Asociación de Licenciados; hasta 1951 pagó los estudios al cien por cien de los estudiantes, y ya en los setenta cedió el edificio y los terrenos de La Comercial a la Universidad de Deusto, en la que quedó integrada, con la condición de que en ellos se ofrecieran siempre estudios de carácter económico-empresarial.

¿Y en los últimos tiempos?

La Fundación busca aportar una diferenciación, un valor añadido que distinga a La Comercial frente a otras facultades. Desde 1997 patrocinamos la especialidad de Logística, cuya creación fue iniciativa nuestra. También sostenemos el Programa de Habilidades Directivas, todo un acierto que hoy empiezan a desarrollar otros centros, y el de Tecnologías de la Información. Hoy damos todo nuestro apoyo a La Comercial en el proyecto de la Deusto Business School; la Fundación se va a hacer cargo de las obras necesarias para habilitarla en el ala izquierda del edificio. Además, hemos patrocinado estudios estratégicos para la adaptación del centro hacia el Espacio Europeo de Educación Superior.

¿Qué cree que pensarían los hermanos Aguirre si pudieran
ver hoy La Comercial?

Estarían encantados, orgullosos del resultado de su legado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *